Imagen nocturna de Madrid

Madrid por la noche : nuestra guía

Madrid por la noche: nuestra guía

Madrid de noche es otro mundo. Y mira que durante el día ya tiene vidilla, pero cuando cae el sol… la ciudad se transforma. Si no la has vivido nunca, te aviso: engancha. Y si ya la conoces, seguro que me entiendes cuando digo que Madrid por la noche tiene esa cosa rara de que siempre te hace sentir que estás “donde pasa todo”. Hoy os dejo mi guía personal —muy personal— de qué hacer en Madrid de noche, sin morir en el intento.

Spoiler: se come bien, se bebe mejor y, si te queda energía, acabas bailando hasta que el cuerpo diga basta.


1. Empezar por lo básico: cenar bien

Aquí hay dos tipos de personas: los que cenan poco para aguantar toda la noche… y los que, como yo, prefieren pillar fuerzas desde el principio. Dónde cenar en Madrid un sábado por la noche es el primer dilema.

Si te apetece algo castizo, en La Latina tienes un montón de bares de Madrid donde empiezas con unas cañas (os prometo que aquí saben mejor, no sé qué les hacen) y unas raciones de jamón, croquetas, tortilla… vamos, lo típico que nunca falla. A la mínima que te despistas, te has ventilado tres platos y media barra del pan.

Si quieres algo más tranquilo, más “plan pareja” o cena larga con amigos, te vas a Chamberí, Chueca o Malasaña. En Chamberí encuentras restaurantes de Madrid de esos que sorprenden sin dejarte la cartera temblando. Y si eres de cocina moderna, Chueca es tu sitio: carta corta, mucho color y platos que entran antes por los ojos que por la boca.

Y un consejo gratis: reserva. En Madrid si no reservas puedes acabar cenando a las doce… o peor, comiéndote un bocata mientras caminas. Y no queremos eso, ¿no?


2. Unas copas tranquilas para calentar motores

Después de llenar el estómago, llega la parte que más me gusta: tomar copas en Madrid. Y aquí la ciudad también va sobrada.

Puedes empezar por Alonso Martínez o Tribunal, donde tienes bares de todos los estilos. Desde el típico bar alternativo hasta sitios más elegantes con música suave y cócteles bien hechos. Si te gustan los cócteles currados, no te conformes con cualquiera: hay auténticos profesionales mezclando.

Una cosa que me flipa de la vida nocturna en Madrid es que siempre hay ambiente, sea la hora que sea. En otros sitios todo muere a medianoche… aquí no. Aquí sales de un bar a las dos y parece hora punta.

Si buscas algo más relajado (sí, existe), Lavapiés tiene bares pequeñitos, con música suave y ambiente tranquilo. Perfecto para empezar la noche sin quemarte antes de tiempo.


3. Y ahora sí, discotecas: cuando empieza lo divertido

Aquí viene lo que muchos esperan: salir de fiesta en Madrid. Y sí, la ciudad también es famosa por esto: discotecas en Madrid hasta que amanece.

Hay discotecas en toda la ciudad, pero una de las zonas más potentes está por Chamartín. Allí tienes sitios grandes, con buena iluminación, música variada y mucho ambiente. Entre esos locales conocidos está Oh My Club Madrid, que suele estar en las rutas nocturnas de quienes buscan un plan más cuidado. Te dejo el enlace por si quieres echarle un vistazo:

Te aviso: en Madrid las noches largas son la norma. Entras a un sitio a la una pensando “yo me voy pronto”… y cuando miras el reloj son las cinco. Y oye, mientras estés pasándolo bien, perfecto.

Consejo de veterano: hidrátate. Luego por la mañana vienen los lamentos.


4. Bonus: lo que nadie te cuenta (pero pasa siempre)

Esto forma parte de cualquier ruta de fiesta por Madrid, así que os lo cuento tal cual:

  • Siempre hay uno del grupo que quiere churros a las seis.

  • Siempre hay otro que dice “vamos a otro sitio” cuando ya vais justos.

  • Y siempre acabáis hablando con gente que no conocéis de nada. Es parte del encanto.

Madrid te obliga a improvisar, y eso me encanta. Puedes empezar con un plan cerrado y terminar en un bar que no sabías ni que existía. O al revés: puedes salir “a ver qué pasa” y encontrarte en una terraza preciosa con un gin-tonic perfecto.


5. ¿Merece la pena una noche en Madrid?

Sí. Rotundamente sí.
No lo digo por quedar bien: es que la fiesta en Madrid tiene algo especial. Da igual si sales a cenar, a tomar una copa, a bailar o a todo a la vez… siempre sientes que la ciudad te empuja a vivirla.

Y lo bueno es que hay planes para todos: desde el que quiere algo suave hasta el que pretende ver amanecer.

Mi recomendación es sencilla: disfruta sin prisa, come bien, prueba sitios nuevos y, si te apetece, termina bailando. Que para eso está Madrid.

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